En este post voy a contar cómo decidimos ir a Quebec, cuál fue nuestra experiencia con los trámites y un par de lecciones aprendidas en lo que va del proceso.
Como conté brevemente en un post anterior, actualmente estamos esperando que nos citen a la entrevista para obtener nuestro CSQ.
Ya hace tiempo que teníamos la idea de emigrar a otro país, pero nunca nos habíamos sentido tan seguros de hacerlo como hace más o menos un año atrás.
Yo había empezado a buscar trabajo en compañías que me dieran la posibilidad de solicitar una transferencia a algún otro país, pero la crisis internacional hizo que las empresas en el mundo comenzaran a expulsar empleados, por lo cual esa posibilidad se volvió poco probable y además sumamente riesgosa.
Entonces empezamos a analizar otras alternativas. Al no tener pasaportes de la comunidad europea, Europa era una opción inaccesible, por lo que Canadá y Australia eran los destinos más viables.
En ese momento todo era pura teoría y suposición, hasta que en noviembre del año pasado vino de visita a Buenos Aires mi gran amiga Paulina (a quien le agradezco junto a su familia todo lo que nos han ayudado en esto), quién vive en Montreal hace 6 años. A través de Facebook coordinamos una reunión con algunos amigos más del colegio secundario, y quedamos en vernos nuevamente para que nos cuente más de la vida en Canadá. Ahí las cosas empezaban a volverse un poco más concretas.
Luego de un par de encuentros, decidí ir a una reunión que el gobierno de Quebec organizó el 9 de diciembre en un hotel del centro de Buenos Aires. Ni bien llegué de esa reunión realicé el simulacro de aplicación en línea en el site de Quebec y al parecer entrábamos bastante cómodos, incluso poniendo un nivel muy básico de francés, idioma que desconocíamos en absoluto. El 13 de diciembre nos reunimos con Paulina, mi esposa y yo para despejar algunas dudas, sobre todo lo relacionado con el clima (una de las comprensibles preocupaciones de una mujer friolenta). El 14 de diciembre armé el dossier y el 15 metí todo en un sobre de DHL y lo envíé a San Pablo. Otra cosa que debo agradecer es la prolijidad con la que mi esposa ha conservado toda nuestra documentación personal durante muchísimos años, sin lo cual hubiera sido imposible completar el dossier en tan poco tiempo.
Esa misma semana averigüé sobre los cursos de francés en la Alianza Francesa y nos inscribimos en Partez 123 que comenzaba en enero.
Los meses siguientes transcurrieron estudiando francés, investigando sobre Montreal, leyendo blogs y esperando alguna respuesta a nuestra aplicación. Y también fuimos a una reunión de inmigración de las que organizan Fran y Romi que, la verdad, si alguno anda en este tema, no se las pierdan, porque uno se siente muy acompañado por el solo hecho de conocer gente que está en la misma.
A las pocas semanas nos llegó una noticia buena y otra mala. La buena, una carta que decía que la oficina de Quebec había recibido nuestro dossier y que lo iba a analizar. La mala, otra carta que decía que el pago había sido rechazado por la tarjeta de crédito. Sucede que como el débito era del exterior y yo no había avisado, la transacción requería autirización telefónica, pero nunca me llamaron. Por eso debí enviar nuevamente el formulario de pago.
Consejo para los que están enviando el dossier: si hacen el pago con tarjeta de crédito, llamen a la gente de la tarjeta y avísenles que va a entrar ese pago.
Tres semanas después el pago se debitó en la tarjeta.
Luego nos llegó una carta que nos solicitaba certificados de nivel de idiomas. Para el de inglés dimos un TOEIC en ICANA y listo, pero para el de francés, averiguamos en la Alianza por el TCF o el TEF no había ninguna fecha en la que los resultados estuvieran antes del vencimiento del plazo que nos dieron para presentar los certificados. Incluso envié un pedido formal para poder contar con el resultado por anticipado pero lo rechazaron.
Ante este problema envié un mail a la oficina de Quebec explicando la situación, y si podíamos reemplazar el TEF/TCF/DELF por algún otro examen y/o por los certificados de asistencia a los cursos de la alianza y de nuestra profesora particular. Unas semanas después me respondieron el mail diciéndome que aguarde a ser contactado para la entrevista, lo cual singificó un brindis con un rico tinto.
En una semana más recibimos la carta de Quebec que nos avisaba que habíamos sido seleccionados para la entrevista, que ya nos comunicarían la fecha, que estudiemos francés, que investiguemos sobre Quebec, etc., etc., etc.
En ese momento sentimos un cosquilleo en la panza y nos dimos cuenta de que la cosa venía en serio.
Así que pusimos manos a la obra.
Hasta hace tres semanas vivíamos en una casa en la zona de Escobar, pero como el viaje diario al centro nos llevaba muchas horas decidimos mudarnos cerca de nuestros laburos. Eso nos daría más tiempo para estudiar idiomas, y también más tiempo para nuestros hijos, ya que hasta ese momento, copatibilizar estudio, trabajo y familia hacía que durmiéramos realmente poco (raramente superábamos las 5 horas de sueño) y realmente estábamos sumamente agotados. También nos serviría para empezar a achicarnos, y tener la experiencia de vivir en un departamento, dado que tanto mi mujer como yo siempre hemos vivido en casas en la provincia de Bs. As.
Alquilamos un dpto., dimos en alquiler nuestra casa y nos mudamos. Si bien fue estresante y agotador, creo que fue una buena decisión, siempre teniendo en cuenta que todo esto lo hacemos en función del plan de inmigración.
Actualmente le estamos metiendo con todo al francés y esperando la fecha para la entrevista.
Lecciones aprendidas
Un par de reflexiones sobre nuestra experiencia, a lo Cacho (ni a palos intentan ser consejos, es solo lo que creemos haber aprendido):
- el plan de inmigración empieza ni bien tomamos la decición de emigrar. Estamos convencidos de que si no nos preparamos lo mejor que podamos para la partida, cuando estemos solos en el ring nos van a llenar la cara de dedos.
- si bien el proceso para obtener las visas parece largo (alrededor de un año), el tiempo pasa volando, no hay que dormirse. Hay muchísimas cosas en las que pensar y hacer (laburo, carrera, guita, dónde vivir, trámites, idiomas, qué hacer con tu casa, qué hacer con tus cosas, etc.) y a esta altura creo que el tiempo no nos va a dar para hacer las cosas tal como nos gustaría. Porque además mientras tanto acá hay que seguir viviendo, laburando, atendiendo a la familia.
- la última y más importante, abrir la cabeza para el cambio, dejarlo entrar, para no quedarse en el medio. Si esto es lo que uno quiere que sea, que sea. Si uno tiene la suerte de finalmente saber que es lo que quiere hacer con uno mismo, hay que hacerlo.
A propósito de esto úlitmo, les dejo un tema de la banda uruguaya Cuarteto de Nos que se llama "Ya no se qué hacer conmigo".
宗像 セフレ欲求不満掲示板 町田敦賀 ヤリマン
Hace 5 años
A mi gran amigo Martín y a su esposa que tuve el agrado de conocer en mi ultimo viaje, quiero felicitarlos por todo el esfuerzo y la dedicación que están poniendo, si ahí alguien que se merece que las cosas les salgan bien son ustedes.
ResponderEliminarSepan que no van a estar solos, acá los voy a estar esperando Junto a mi marido y mis hijos para ayudarlos en lo que necesiten.
Una vez mas los felicito y Martín no dejes de escribir, es de una gran ayuda para mucha gente es un recuerdo muy lindo para tus hijos y es un placer para mi leerla ya que me permite vivir de alguna forma con ustedes este proceso que como bien dijiste pertenece a una de las decisiones mas importantes de tu vida, no es fácil, lo se, se vienen momentos llenos de felicidad y también duros, pero lo que si te puedo decir es que si siguen así, si no bajan los brazos, si luchan por sus sueños, se puede y realmente vale la pena, si ahí algo en lo que se caracteriza Canadá es que premia el esfuerzo y la buena fe, impagable!!!! Así que sin más para decir amigo del alma, desde acá, desde el nuevo mundo que espera ser conquistado por ustedes, les mando un gran abrazo y toda la suerte del mundo.
Paulina
Muchas gracias!! Y como siempre te mando un beso enorme!!
ResponderEliminar