domingo, 2 de agosto de 2009

Mapa con fiebre en Montreal: ¿como sería? - Parte I

Como había comentado en el post "Ayer le tocó al chiquitín", hoy voy a proponer un ejercicio, tratando de responder a la pregunta "¿Cómo hubese sido tener a Mapa con 39° de fiebre en Montreal?".

Tengo que agradecer a mi gran amiga que vive hace 6 años en Montreal, que me dio el tiempo y la info para esta payasada.
Gracias Pau!!!

Aclaración importante: lo que sigue es una historia ficticia y con personajes ficticios. Y son solo un ejemplo de lo que podría ser una situación como la planteada,
para exponer las posibilidades que pueden llegar a existir. Incluso podrían existir acciones incorrectas y no acosejables. Por lo que es indispensable que aveirgüen por sus propios medios, elaboren su propio plan de acción. Consulten a los profesionales idóneos que sean necesarios. Insisto, esto no es una recomendación ni mucho menos, es un invento.

Hechos los agradecimientos y las aclaraciones (y como lo prometido es deuda) ahí vamos.

Dejemos volar nuestra imaginación.
Enero de 2011. El Rey Cacho llega de la francisación, y nota que su gurrumín de 24 primaveras (australes), está algo decaído. Le toca la frente y la siente un poquitín caliente. Su mano marca 37, 37 y dos líneas. Le pone el termómetro y nota que el frío canadiense no le hizo perder el toque: 37° y 1 línea.
Mira por la ventana y por suerte no nieva. Se mete en el site Météo Média para informarse sobre el clima y dice que está un poco fresco: la temperatura afuera es de 23° bajo cero. A continuación revisa sus mails y de paso se mete en Facebook. Con lo primero que se encuentra es con una foto que acaba de publicar su cuñado hace minutos con su smartphone desde una paradisíaca playa de Buzios, en donde se encuentra de vacaciones. Enganchó una promoción para cambiar millas de Aerolíneas. Encima el cambio lo favorece porque ante la llegada del año de elecciones el dólar está prácticamente planchado en 4 a 1 desde hace un año.
Son las 12 de la noche y nota que la fiebre subió de forma significativa: 39°.
Como es algo nostálgico, recuerda qué facil era en Buenos Aires. Extraña aquel carnet con un número de teléfono en el dorso que lo habilitaba, con un solo llamado, a que en tres horas acudiera un galeno listo para contestar a todas sus preguntas y dispuesto a hacerle las recetas hasta para el antiparasitario del perro, todo en la comodidad de su hogar.
¿Y ahora qué?
¿Qué hace con un pibe con 39° de fiebre, a las 12 de la noche, con 23 grados bajo cero, en la calle hay nieve hasta las orejas, en una región francófona y sin dominar el fracés como para entender qué corno le dice el médico? Encima, ha leído en muchos lugares acerca de las demoras del sistema de salud canadiense, y él es argentino, y todo el mundo sabe que los argentinos son seres sumamente ejecutivos por naturaleza, así que ¡quieren todo ya!

Una voz interior le dice a Cacho: Señor, no empiece a maldecir a Canadá, ni a su clima ni a su sistema de salud, solo porque no son como los de Buenos Aires.
Recuerde que Ud. se fue porque ya no quería eso. De hecho, Ud. solito se metió y pasó por un proceso que dura más de un año. Tuvo tiempo de sobra para preguntar. Que su cuñado esté en una playa tripical con 30 grados no debe alterarlo. Tanto en esa playa como entoda la costa atlántica hay miles de personas disfrutando del sol. Ud. eligió el papel de hormiga, no el de cigarra, aunque piense que en Argentina a muchas cigarras no les va tan mal.

Una vez que recupera la calma, cacho está en condiciones de reaccionar en forma racional, lo cual puede hacer gracias a que se ha ocupado de antemano en preparar un plan de acción para una situación como esta, que no solo es probable, sino que su ocurrencia es inminente para todos los que tienen niños.

Lo primero que hace es tratar de bajar la fiebre, tal cual lo haría en Buenos Aires, ya que parece que el organismo humano funciona más o menos parecido en Montreal y en Buenos Aires. Desabrigamos al niño, paños fríos, mucho líquido, etc.
Tiene la posibilidad de llamar por teléfono a infosanté al 811. Es un servicio de enfermería 7x24 de la Agence de la Santé et des Services Sociaux de Montréal. Ahí puede tiene la posibilidad de preguntar qué hacer, a dónde ir, etc. Son enfermeras hacen todo tipo de preguntas para descartar cualquier otra cosa que ueda ser un poco más seria. Además es el número al cual llamar en caso de intoxicación, que el niño se haya tragado algo, etc. Todos esos datos van a parar a una especie de historia clínica. Como todavía no domina el francés como para este tipo de cosas, prefiere que lo atiendan en inglés.
Si la fiebre no baja puede darle una dosis de Tempra para ayudar a bajarla, y lo controla durante toda la noche. Otro medicamento para bajar la fiebre es Advil.
Podría ir a un hospital, pero la verdad es que puede llegar a estar ahí toda la noche. Quizás tenga suerte, pero la verdad es que es raro. Sin embargo, si la cosa se pone más difícil, por ejemplo con algún tipo de complicación respiratoria,
a pesar del clima, el Rey Cacho llevaría al niño al hospital más cercano, o a aquel que haya elegido para estos casos.
Le pondría el enterito para nieve e iría a una clínica pediátrica. Dado que aún no tiene auto, debería tomarse un taxi, que vale casi lo mismo que en Bs. As., pero en dolcas.
Según experiencias anteriores, lo máximo que ha llegado a esperar son 3 horas, con un promedio de entre 1,5 y 2 horas.
Así que hace lo posible para atenderlo él mismo en su casa, y a primera hora de la mañana irá a la clínica más cercana, en la que lo atenderán en una o dos horas. De hecho hay muchas clínicas en las cuales puede anotarse y le dicen más o menos cuanta espera tendrá, entonces se va a casa y espera ahí, de manera de estar en la sala de espera lo menos posible.

Con respecto a la elección de la clínica, Cacho eligió una clínica de urgencia pediátrica cerca de su casa, que cuenta con laboratorio propio. Esto último es importante ya que en caso de ser necesario hacer algún análisis no hay que moverse del hospital y los resultados están en el momento.Caso contrario, le darían la orden, con ella debería hacer cola en otro lado, y luego el laboratorio le envía los estudios directamente al profesional que los solicitó. Afortunadamente, cuenta con una herramienta on line de búsqueda de establecimientos de salud.

Es todo por hoy. En el próximo post aveirguaremos qué hace el Rey Cacho al día siguiente, cuando llevará a su heredero a la clínica pediátrica.

Y por supuesto, todo lo que puedan aportar, corregir y sugerir para mejorar esta historia es bienvenido.



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